La diócesis se suma el domingo a la celebración del Domund, con el recuerdo
de los 124 misioneros segovianos repartidos en 34 países
Los misioneros
cambian el mundo. Con esta premisa, la Iglesia universal celebra el próximo
domingo la Jornada Mundial de las Misiones, que hace llegar a la sociedad el
mensaje vivificador y comprometido de los hombres y mujeres que dedican su vida
al servicio de los demás en las zonas más deprimidas del orbe.
Segovia se suma
también a esta celebración con el recuerdo de los 124 misioneros y misioneras
segovianos repartidos en 34 países del mundo que aportan su granito de arena al
doble compromiso de ser mensajeros del Evangelio y garantes del apoyo a
aquellos que sufren por causa del hambre o la guerra en países y zonas de
conflicto.
El responsable
de Obras Misionales Pontificias en Segovia, Isaac Benito Melero, dio a conocer
ayer los datos más relevantes de la acción misionera desde Segovia, así como de
la colaboración prestada por la diócesis a los objetivos misionales y
asistenciales que desarrollan los misioneros de la provincia.
Así,
señaló que el 65 por ciento de los misioneros segovianos son mujeres, que
pertenecen a órdenes religiosas, y América es el continente en el que más
prodigan su actividad, siendo Venezuela, Perú, Bolivia o Argentina los países
que concentran un mayor número de misioneros segovianos.
En cuanto a la
colaboración de los segovianos a través de las distintas acciones que Misiones
desarrolla en la provincia, Isaac Benito señaló que la ‘oración y la ayuda económica’ de los segovianos se
sustanció el pasado año en una recaudación que superó los 67.500 euros, siendo
las parroquias, los centros educativos y los particulares los ejes que
sustentan el apoyo económico a los proyectos misionales.
Para
complementar los datos, nada mejor que un testimonio; y ayer fue la religiosa
de la congregación de Misioneras Carmelitas Alieja Kubas quien trasladó su
experiencia de 14 años en países como la República Democrática del Congo o
Guinea Ecuatorial, en los que desarrolló labores vinculadas a la asistencia
sanitaria y la promoción de la mujer.
La religiosa
subrayó el carácter vocacional de los misioneros, impulsados por el amor a
Cristo que proyectan en aquellas personas que sufren situaciones de pobreza y
desigualdad, y señaló la importancia de contar con el apoyo de la Iglesia
universal a través de la oración y la ayuda económica, ya que “sin medios,
nuestra misión es más difícil”.
Kubas reconoció
haberse sentido “desbordada” en ocasiones por la dureza del trabajo a realizar
en estos países, y señaló la existencia de grandes desigualdades que, si bien
son evidenciadas por quienes vienen de fuera, son asumidas por los propios
ciudadanos “con alegría y sencillez”.
Sobre este
aspecto, puso de manifiesto algunas situaciones relacionadas con la
desnutrición infantil, en las que ella atendió a niños “que parecían venir de
los campos de Auchswitz”. “No entiendo cómo es posible en este siglo XXI que
permitamos que los niños sufran esta realidad, es algo inaceptable y chocante”,
concluyó la religiosa.
M. Galindo
Fuente: El Adelantado de Segovia