Mons. Aguirre explicó a la agencia Fides que “las represalias fueron terribles. Los hombres de Ali Darassa atacaron, saquearon e incendiaron el campamento de desplazados y mataron a mujeres y niños e incendiaron la catedral donde mataron a los dos sacerdotes”
Mons. Juan José Aguirre, Obispo de Bangassou (Rep. Centroafricana). Foto: Facebook Combonianos |
Tras el ataque contra la
Catedral de Alindao (República Centroafricana) que dejó decenas de muertos,
Mons. Aguirre, Obispo de Bangassou, ha asegurado que “no sólo hay que denunciar
la masacre de cristianos” sino también “preguntarse por qué sucedió” este
ataque realizado por exrebeldes Seleka.
El jueves 15 de noviembre, 42 personas fallecieron en un ataque
contra la Catedral del Sagrado Corazón en Alindao, alcanzando también alcanzó
un campo de refugiados cercano. Entre los fallecidos se encuentran el Vicario
General de la diócesis, Abad Blaise Mada y el P. Celestine Ngoumbango.
Actualmente todos cooperantes han sido evacuados y tan sólo se han
quedado con la población el Obispo de la diócesis, Mons. Cyr-Nestor Yapaupa, y
tres sacerdotes.
Según diversos medios, este ataque estaba dirigido contra los
cristianos y fue orquestado por exrebeldes Seleka de las UPC, siglas de “Unité
pour la Paix en Centrafrique”, que son eminentemente musulmanes y enfrentados
históricamente con los rebeldes anti-balaka.
Las UPC son unas milicias que nacieron tras una escisión de los
rebeldes Seleka y se instalaron en la zona de Alindao hace cinco años. Están
bajo las órdenes del general Ali Drarassa.
Mons. Juan José Aguirre
aseguró a la agencia vaticana Fides que “no solo hay que denunciar la masacre
de los cristianos. Hay que preguntarse por qué sucedió”.
El Prelado explicó que “el acontecimiento que desencadenó la
masacre fue el asesinato de un mercenario nigeriano de las UPC”, y explicó que
la mayoría de los miembros de este grupo proceden de países vecinos como Níger.
Los rebeldes de las UPC están instalados en la zona occidental de
la ciudad de Alindao, y la misión católica está en el este, donde según explicó
Mons. Aguirre, “hay un campo de desplazados para no musulmanes, que acoge a
unas 26 mil personas”.
Mons. Aguirre explicó a la agencia Fides que “las represalias
fueron terribles. Los hombres de Ali Darassa atacaron, saquearon e incendiaron
el campamento de desplazados y mataron a mujeres y niños e incendiaron la
catedral donde mataron a los dos sacerdotes”.
“Inmediatamente después, los mercenarios de las UPC dejaron entrar
a la parte oriental de Alindao a grupos de jóvenes musulmanes de la parte
occidental que saquearon la casa episcopal y prendieron fuego al presbiterio y
al centro de Cáritas. Vi algunas fotos. De estas estructuras solo quedan las
paredes calcinadas", aseguró el Prelado.
Además, según las declaraciones del Obispo de Bangassou, el
personal de las ONGs que trabajan en Alindao fue evacuado.
“Todos se fueron, excepto
Mons. Cyr-Nestor Yapaupa, Obispo de Alindao, y tres sacerdotes que quisieron
permanecer cerca de la población. Hablé con ellos, están agotados, pero
tuvieron la fuerza suficiente como para enterrar a los dos sacerdotes mártires y
a las 42 personas masacradas en el campo de acogida”, subrayó el Prelado.
Además explicó que es
probable que en los próximos días el Arzobispo de Bangui, Cardenal Dieudonné
Nzapalainga, visite Alindao.
El Prelado dijo que "no
podemos limitarnos a denunciar estas masacres. Tenemos que llegar al fondo de
lo que está ocurriendo en República Centroafricana”.
Señaló que “grupos como la
UPC están formados por mercenarios extranjeros que han estado ocupando nuestro
territorio desde hace cinco años. Están pagados por algunos países del Golfo y
dirigidos por algunos países africanos vecinos. Entran por el Chad a través de
Birao, con armas vendidas a Arabia Saudita por los Estados Unidos. Quieren
dividir República Centroafricana alimentando el odio entre musulmanes y no
musulmanes”.
“De esta manera pueden
aprovechar y saquear las riquezas del país, como el oro, los diamantes y el
ganado. Pero sobre todo algunos países extranjeros y no africanos quieren
utilizar República Centroafricana como puerta de entrada a la República
Democrática del Congo y al resto del continente, manipulando el islam radical.
Este es el juego detrás de la masacre de Alindao”, declaró el Obispo.
Fuente: ACI