Un proyecto realizado con el corazón y que, como ha concluido el directo de
OMP, ha sido escrito con las iniciales del Evangelio: «Vale la pena gastar la
vida por los demás, y en eso se circunscribe todo lo demás»
Este jueves por la mañana,
el auditorio del grupo COPE ha acogido la presentación de la sexta temporada de
Misioneros por el Mundo, que se estrena este domingo, 21 de enero, a las 13:00
horas en TRECE y que de nuevo se ha realizado en colaboración con Obras
Misionales Pontificias (OMP).
«Con este programa, se
pretende contar la labor que hacen, día tras día, los misioneros españoles con
las personas más necesitadas», y que se encuentran en los países «más difíciles
del mundo», ha recordado el presidente de la cadena, Julián Velasco, antes de
ceder la palabra al director nacional de OMP, «una persona entregada al cien
por cien por los misioneros».
Anastasio Gil ha agradecido
«a la cadena TRECE» y «a todo un equipo increíble de personas que colaboran en
mostrar a la sociedad el rostro de unos coetáneos nuestros que tienen como
misión fundamental olvidarse y salir de sí mismos para entregar su vida a los demás:
los misioneros».
La esencia de OMP, ha
destacado, es «tener la delicadeza de introducirnos en el interior de esas
personas, cuya vida resulta misteriosa, interpelativa y que nos saca de la
monotonía de lo ordinario».
«No se trata de mostrar la
flora y la fauna. sino el interior interpelante»
En este sentido, Gil ha
señalado que «no se trata de que los reporteros muestren la flora y la fauna de
estos lugares», sino que «sean capaces de entrar en el interior bellísimo e
interpelante de cada uno de los misioneros». Una labor, la del director, que se
remonta a muchos años de una entrega y una dedicación absolutas. Sacramento de
vida que se deja entrever en cada una de sus palabras… «Os aseguro que el gran
regalo es tener una conversación, sin pestañear, con un misionero», con mucho
respeto y con mucho silencio.
Y en esta apuesta por ver
más allá de los silencios y las miradas, ha mostrado su deseo de «que seamos
capaces de entender, comprender y contemplar qué es el ser de las personas»,
porque «un misionero no es un aventurero o alguien que ha perdido la cabeza,
sino que es la entraña misma del ser». Y eso «hay que contemplarlo cuando vemos
cada uno de estos programas».
«Dar es mejor que recibir»
Finalmente, Asell Sánchez,
el periodista conductor de Misioneros por el Mundo, ha relatado el «regalo» de
haber formado parte de este programa y ha dado las gracias a OMP y al equipo
que ha instaurado el proyecto. Este programa, ha subrayado, «me ha enseñado que
dar es mejor que recibir». Además, ha incidido en «la suerte de llegar al
corazón de los misioneros», como les sucedió, por ejemplo, en algún rincón
escondido de Japón: «Cuando un japonés se convierte al catolicismo, es un
triunfo». Allí, «los niños del colegio, aunque en su mayoría no son católicos,
saben rezar», y «eso es un prestigio para sus padres».
En cuanto a los misioneros
con los que convivió, ha destacado que «es un privilegio compartir la vida con
ellos» porque, desde que te hablan, «te están enseñando muchas cosas». Y a
pesar de todo lo que a diario viven, «nunca pierden la alegría de transmitir la
Palabra de Dios».
Acto seguido, han
proyectado un fragmento de uno de los programas. Y tras las preguntas de los
asistentes, Anastasio Gil ha desvelado «lo más difícil de un misionero», y es
«que nos diga qué hay en su interior» porque «nunca quieren hablar de sí
mismos, y ese es otro de los grandes valores que queremos transmitir con el
programa». Un proyecto realizado con el corazón y que, como ha concluido el
directo de OMP, ha sido escrito con las iniciales del Evangelio: «Vale la pena
gastar la vida por los demás, y en eso se circunscribe todo lo demás».
Infomadrid/Carlos González
Fuente: Alfa y Omega