El grupo terrorista islamista Boko Haram ha liberado este
miércoles a 105 niñas que secuestró en una escuela de la localidad nigeriana de
Dapchi hace varias semanas, según informaron medios de comunicación locales
Pancarta por la liberación de las niñas. Foto: Reuters |
El
Gobierno de Nigeria ha informado de que hasta el momento ha confirmado la
liberación de 105 de las 110 niñas que fueron secuestradas por Boko Haram el 19
de febrero en la localidad de Dapchi y ha asegurado que no se ha pagado ningún
rescate por su puesta en libertad.
"Se
ha confirmado y documentado hasta ahora la liberación de 101 de las 110
estudiantes secuestradas en Dapchi. La cifra será actualizada conforme se vayan
documentando las liberaciones", ha afirmado en su cuenta de Twitter Bashir
Ahmad, portavoz de la Presidencia nigeriana.
La
declaración del portavoz de la Presidencia nigeriana llega minutos después de
que el ministro de Información y Cultura, Lai Mohamed, haya confirmado que al
menos 91 niñas secuestradas en Dapchi y un niño han sido liberados.
"Muchas
de las niñas que han sido liberadas no han sido dejadas en un único lugar sino
que han sido abandonadas en la carretera y se fueron a casa de sus
padres", ha contado el ministro en un vídeo publicado por la Presidencia.
El
diario digital Sahara Reporters ha sido el primero en informar este miércoles
sobre la liberación de la mayor parte de las niñas secuestradas el 19 de
febrero por Boko Haram en una escuela de Dapchi y ha señalado que en total han
quedado en libertad 105 menores y que otras cinco habían muerto durante su
cautiverio.
Posteriormente
se ha sabido que la única menor cristiana del grupo, identificada como Liah
Sheribu, sigue en manos de los yihadistas. Su padre, Sheribu Nata, ha contado a
una radio local que los padres de las niñas liberadas le han dicho que su hija
sigue en manos de los milicianos porque se niega a convertirse al islam, como
quieren estos.
"Mi
hija está viva pero dicen que es una cristiana y que no podían liberarla hasta
que no se convierta al islam, y mi hija dice que nunca será musulmana", ha
relatado el hombre, según recoge el diario 'Daily Post'. "Estoy feliz
porque mi hija no ha renunciado a su fe", ha añadido el hombre, que ha
hablado con los padres de algunas de las niñas liberadas.
Una
de las menores liberadas, Jadiya Grema, ha confirmado que la menor cristiana
sigue en manos de los yihadistas, que han llegado a Dapchi al grito de "Alá
es grande", y otras cinco murieron durante el cautiverio. "Cinco de
nosotras han muerto. Una sigue con ellos porque es cristiana", ha indicado
Grema.
Por
otra parte, el ministro de Información ha asegurado que no se ha pagado ningún
rescate. "No se ha pagado ningún rescate para esta liberación. La única
condición que nos dieron es que no entregarían (a las niñas) al Ejército sino
que las liberarían en la localidad de Dapchi sin la presencia militar", ha
explicado.
En
una declaración anterior, Mohamed ha señalado que el Gobierno de Nigeria ha
conseguido la liberación "mediante esfuerzos por canales extraoficiales y
con la ayuda de algunos amigos del país".
"Para
que se produjera la liberación, el Gobierno tenía claro que la violencia y la
confrontación no serían la vía ya que se podría poner en peligro las vidas de
las niñas, por tanto el enfoque no violento fue la opción preferida", ha
precisado.
La
agencia oficial de noticias NAN ha informado de que las menores
liberadas han sido trasladadas al hospital general de Dapchi para que el
Ejército pueda cotejar su identidad. "En cuanto los insurgentes las
dejaron bajar del camión en el que las trajeron hacia las 8.00 horas, las niñas
corrieron a casa", ha contado uno de los padres, Malam Ali Abdullahi,
a NAN.
"Ahora,
el Ejército nos ha dicho que las traigamos al hospital para que las hagan una
revisión", ha añadido, explicando que "algunos padres no quieren
perder de vista a sus hijas y el Ejército está insistiendo". Según NAN,
delante del hospital habría apostado vehículos con el fin de trasladar a las
niñas a Damaturu, la capital del estado de Yobe, donde se encuentra Dapchi.
Fuente: elEconomista.es