El Papa Francisco exhortó al “encuentro entre culturas así como el diálogo entre
las religiones, sobre todo con el lslam” al recibir en el Vaticano a los obispos
de la Conferencia Episcopal de Benín al final de su visita ad
Limina este lunes 27 de abril.
''Es necesario,
efectivamente promover en vuestro país -por supuesto, sin renunciar en nada a la
verdad revelada por el Señor- el encuentro entre culturas así como el diálogo
entre las religiones, sobre todo con el islam. Se sabe que Benin es un
ejemplo de armonía entre las religiones presentes en su territorio”, sostuvo el
Papa.
“Hay que prestar atención- añadió-, dado el clima global actual, a
preservar este patrimonio frágil. Estoy particularmente
satisfecho de que recientemente se haya celebrado bajo la presidencia del
cardenal Tauran, un simposio internacional sobre el diálogo interreligioso, que
ha sido apreciado por todos''.
El Pontífice subrayó en otras partes de
su discurso la vitalidad de la Iglesia de Benín, la pastoral de la familia, la
atención a los sacerdotes y religiosos y las buenas relaciones con las
autoridades civiles.
''Vuestras Iglesias locales, al fomentar la armonía
y la justicia, desempeñan un papel principal en el progreso del país -observa
Francisco-. Pero es un papel, que también se acompaña con la labor sanitaria y
la promoción humana”.
El Evangelio y las obras contra la crisis
mundial
El Evangelio, indicó el Papa, es un inspirador de
tantas obras buenas en las diócesis del país. “Si bien la crisis
económica mundial está afectando a muchos países, es necesario ir con valentía a
contracorriente, luchando contra la cultura del ''descarte'' extendida
por todas partes y difundiendo los valores evangélicos de la hospitalidad y de
encuentro”.
Caridad es también ternura
En sus
palabras, apreció el servicio de la caridad que presta la Iglesia local, además
de expresar su esencia vital: el servicio hacía los demás.
Sin embargo,
expresó, que “hay que tener muy en cuenta el espíritu con que se lleva a cabo”
la caridad “porque tiene una especificidad que debe ser claramente
identificada”.
Por ello – formuló- “no se trata nunca de una
simple asistencia social, sino de la manifestación de la
ternura y la misericordia de Jesús que se inclina sobre las
lesiones y las debilidades de sus hermanos: es así cómo la alegría del Evangelio
se anuncia de la forma más eficaz a la humanidad''.
Fuente: Aleteia