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4 de diciembre de 2015

PAPA FRANCISCO: ¿CÓMO TRANSFORMAR A FIELES RUTINARIOS EN VERDADEROS DISCÍPULOS?

El Pontífice recordó a los misioneros en África: “¡Cuántos anónimos buenos samaritanos trabajan cada día en las misiones!”

Tras invitar ayer a los jóvenes a “quemar su vida” por los demás como misioneros, el Papa este jueves 3 de diciembre enalteció la misión de los misioneros en África: ¡Cuántos anónimos buenos samaritanos trabajan cada día en las misiones!”.

“La Iglesia es sierva de la misión. No es la Iglesia que hace la misión, pero es la misión que hace la Iglesia. Por esto, la misión no es instrumento, sino el punto de inicio y el fin”, dijo el Papa al recibir en audiencia a los participantes a la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (CEP).

En esta ocasión, recordó en la Sala Clementina del Vaticano su reciente viaje a África (25-30 de noviembre): “He tocado con las manos el dinamismo espiritual y pastoral de tantas jóvenes Iglesias de aquel continente”.

El Papa remarcó “las graves dificultades en que vive buena parte de la población”. Pero, indicó que allí, “casi siempre hay una presencia de la Iglesia dispuesta a curar las heridas de los más necesitados”.

Asimismo, al contemplar la vocación misionera de la Iglesia, aludió al Decreto conciliar Ad gentes y a la Encíclica Redemptoris missio, de San Juan Pablo II, documentos inspiradores de la Plenaria en acto en el Vaticano.

El mundo secularizado
En su discurso recordó una investigación del dicasterio vaticano (CEP) en el que se alerta del riesgo de una sociedad secularizada hasta el punto que acepta valores como “el amor, la justicia, la paz y la sobriedad”. Sin embargo, no considera a Jesús el Mesías, sino máximo como “un hombre iluminado”.

De esta manera, desea una la Iglesia en salida que vaya a todos los rincones del mundo para que lleve la alegría del Evangelio “sin demora, sin repulsiones y sin miedo” (Exhortación apostólica Evangelii gaudium, 23).

“En efecto, la misión es una fuerza capaz de transformar a la Iglesia en su propio interior antes que la vida de los pueblos y de las culturas”, añadió.

De fieles rutinarios a discípulos
Por tanto, invitó a “que cada parroquia haga propio el estilo de la missio ad gentes. De este modo, el Espíritu Santo transformará a los fieles rutinarios en discípulos”.

Una Iglesia viva en movimiento con “los discípulos desapegados en misioneros, sacándolos de los miedos y de las cerrazones y proyectándolos hacia cada dirección, hasta los confines de la tierra  (Cfr. Hch 1,8)”.

Los apóstoles Pablo y Benabé en los orígenes del cristianismo no tenían un Dicasterio misionero, comentó el Papa a los presentes para introducir su agradecimiento y reconocimiento por la animación y cooperación misionera emprendida.

“La Iglesia vive y crece “en salida”, tomando la iniciativa y haciéndose prójimo. Por eso ustedes animan a las comunidades a ser generosas también en los momentos de crisis vocacional”, sostuvo.

Por último el Papa recordó a los patrones de las misiones: “Que María Santísima, Madre de Dios, san Francisco Javier y santa Teresita del Niño Jesús, patronos de las misiones, iluminen nuestros pasos en el servicio al Evangelio del Señor Jesús. Los acompaño con la bendición apostólica y les pido, por favor, que recen por mí”.

Fuente: Aleteia