El
P. Cornelius Kola se salvó de morir durante un ataque perpetrado la madrugada del
lunes por un grupo de pastores de la etnia fulani, que profesan el islam,
contra el seminario donde reside en Nigeria
El
sacerdote informó a los medios locales que los delincuentes ingresaron al
Seminario Menor del Sagrado Corazón, ubicado en la ciudad de Jalingo, estado de
Taraba (en la frontera con Camerún), alrededor de la 1:00 de la mañana.
“Ordenaron
a un estudiante que los llevara a mi habitación. Salí y encontré a más de cinco
hombres armados. Tan pronto como aparecí, uno de ellos dijo ‘mírenlo, mátenlo’,
pero otro se opuso”, narró.
“Me
golpearon con sus palos y cuando caí al suelo uno de ellos me disparó en la
pierna, luego huyeron”, prosiguió el P. Kola.
Los
vándalos -sostuvo el presbítero-, rompieron el parabrisas de su automóvil y
dispararon contra su ventana, destruyendo un televisor y otros bienes.
El
sacerdote afirmó que los fulani lo habrían agredido porque a menudo les
solicita “que dejen de invadir” el seminario, donde los musulmanes cortan
árboles, alimentan a sus vacas y las hacen pastar.
Por
su parte, el Obispo de Jalingo, Mons. Charles Michael Hammawa, expresó su
alivio debido a que el ataque no dejó víctimas mortales.
“El
P. Kola solamente les había dicho a los pastores fulani que dejaran de pastar
en los terrenos de la escuela y ellos vinieron por él en medio de la noche”.
“Es
lamentable que como iglesia nosotros solo moldeemos a los niños para que sean
buenos ciudadanos del país y que ahora seamos víctimas de ataques no
provocados”, señaló.
También
manifestó su preocupación por los ataques de los fulani en Jalingo, siendo “un
indicador de que la situación de nuestra seguridad en este país se haya vuelto
extremadamente mala”.
“La
principal responsabilidad del gobierno es la protección de las vidas y la
propiedad. Nosotros continuaremos pidiéndoles que así sea”, agregó.
Finalmente,
Mons. Hammawa comentó que muchos estudiantes se escondieron tras unos arbustos
durante el ataque al seminario, y se vieron obligados a clausurar la
institución durante una semana para que los niños regresen a sus casas y se
recuperen del trauma.
El
ataque ocurrió unos días después
de la marcha convocada por la Conferencia Episcopal de Nigeria para
pedir al Gobierno justicia por los asesinatos de cristianos cometidos por los
fulani.
El
pasado mes de abril, un grupo de estos pastores musulmanes irrumpieron
en la parroquia de San Ignacio de Ukpor-Mbalom, en el estado de Benue,
mientras se celebraba la Misa y masacraron a dos sacerdotes y a unos 17 fieles.
Fuente:
ACI