“La
sencillez de la gente” y “la labor de la Iglesia en todo el mundo” son las
cosas que más le han impresionado desde que llegó
P. Paul Schneider con algunos niños en Etiopía. Foto: Diócesis de Getafe |
El
P. Paul Schneider es un sacerdote de la Diócesis de Getafe, Madrid (España),
que actualmente desarrolla su ministerio en Etiopía, en donde se encuentra
desde hace un año como misionero; explicó cómo descubrió su vocación misionera
y cómo afronta las dificultades de la evangelización.
“Un
amigo militar había vuelto muy impactado del trabajo de unas religiosas
misioneras en Mali y me invitó a ver esa comunidad. Yo puse muchas excusas,
pero al final accedí a ir una semana. Allí algo me tocó el corazón
profundamente y después de hablar con mi Obispo le pedí que me dejara ir
algunos meses”, explicó el P. Schneider en una entrevista concedida a ACI
Prensa.
Ése
fue el inicio de su vocación misionera. Después de esa experiencia de misión en
Mali, el P. Schneider volvió a su parroquia en Villanueva de la Cañada, una
población de Madrid, para seguir con la labor sacerdotal que le había sido
encomendada, tal y como había previsto junto con el entonces Obispo de Getafe,
Mons. Joaquín López-Andújar.
“De
vuelta en Madrid conocí al P. Christopher Hartley, que es misionero en Etiopía.
Hablando con él me pidió que le sustituyera durante un mes en la misión en este
país, porque hacían falta sacerdotes. Estuve en el año 2016. Allí, en mis ratos
de oración sentía que el Señor me decía ‘te quiero aquí’. Volví a España, hablé
de nuevo con mi Obispo y le conté todo lo que veía y sentía. Él me dejó ir por
un año. Ahora ha pasado ese tiempo y me ha permitido quedarme por más tiempo”,
asegura el sacerdote de 34 años.
“Los
extranjeros en Etiopía van a hacer negocios y después se marchan. Por eso
cuando ven que te quedas y que vives con ellos, se extrañan y comienzan a
preguntarte a qué te dedicas. Les explico que soy sacerdote de la Iglesia
Católica y que esa es la razón por la que me quedo con ellos”, asegura.
Los
católicos en Etiopía son una minoría que no llega al 1%. Aproximadamente la
mitad de la población son cristianos ortodoxos y la otra mitad musulmanes.
Este
joven sacerdote explica que su experiencia como misionero en Etiopía ha sido
“un camino interior”, no exento de dificultades. Aprendió la lengua del país
para poder comunicarse mejor con las comunidades etíopes y, según afirma, “la
sencillez de la gente” y “la labor de la Iglesia en todo el mundo” son las
cosas que más le han impresionado desde que llegó.
“En
la celebración de las Misas la gente no mira el reloj. Son momentos largos de
oración que los fieles viven sin prisa. Es una auténtica celebración, cantan
con el corazón, con todas sus fuerzas y miran al cielo. Es su modo de alabar a
Dios, su manera de vivir la fe. Además ellos saben que la fe incluye compromiso
y esfuerzo moral en su vida”, apunta.
En
su trabajo pastoral, este joven sacerdote recuerda con especial cariño el
momento en el que una moribunda le pidió bautizarse en la Iglesia Católica.
“Era
una señora de 40 años, estaba muy enferma y habíamos ido a visitarla para
hacerle un poco de compañía. Ella sabía que estaba en sus últimos momentos y
nos pidió entrar en la Iglesia Católica. Preparamos la celebración con mucha
sencillez, con lo básico necesario, pero fue un momento muy bonito, muy
personal. También le dimos la unción de enfermos y poco después murió”, explica.
Este
joven sacerdote asegura que gran parte de la misión en Etiopía es también un
“tiempo de soledad” porque las comunidades católicas están muy dispersas. “Es
un ambiente muy rural, pero desde el principio sentía que Dios me llamaba a
estar ahí con Él para ser más suyo. En la oración sólo le pregunto quién es y
qué quiere de mí”, señala.
Pero
asegura que a pesar de la soledad y de las dificultades, “en el plan de Dios,
cuando eres fiel a tu vocación, Él te protege. Ya sea entre la multitud o en un
desierto”.
“Mi
llamada es lo que me da confianza, mi relación con Dios es de amor en la
intimidad. Y eso es lo que puedo ofrecer a las comunidades de Etiopía”,
subraya.
Fuente: ACI