Catholic Relief Services (CRS),
organización de caridad creada por los obispos de Estados Unidos, advirtió esta
semana que cerca de 7 millones de personas en Zimbabwe enfrentan severas
condiciones de sequía y escasez de alimentos
Imagen referencial / Crédito: Unsplash |
“Las familias se han quedado
sin opciones para poner comida en sus mesas”, dijo Dorrett Byrd, director
regional CRS para África del Sur.
Con las repetidas sequías en
los últimos cinco años, muchos de los pequeños agricultores de Zimbabwe se han
visto incapaces de alimentar a sus familias.
La ONU estima que casi la mitad de
los 16 millones de personas en el país necesitan ayuda alimentaria con urgencia
y que la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS NET) clasifica al
país con “crisis alimentaria de Fase 3”, lo que significa desnutrición aguda
generalizada.
Las sequías han aumentado en
frecuencia e intensidad debido al cambio climático, dijo Byrd. Además del
fracaso generalizado de los cultivos, la inflación ha diezmado los ahorros de
muchas familias.
Byrd advirtió que la lucha por
encontrar comida ha llevado a muchos jóvenes a abandonar el país, y agregó:
“Los padres migrantes a menudo dejan a sus hijos pequeños con sus abuelos, que
luchan por mantenerlos”.
Actualmente, CRS está
trabajando con agricultores en Zimbabwe para enseñar métodos de conservación de
suelo y agua. La caridad católica también ofrece cultivos resistentes y está
cooperando con el gobierno en un moderno sistema de alarma, que advierte a los
agricultores sobre las amenazas a su cosecha.
Sin embargo, incluso con estos
avances, Byrd advirtió que se deben tomar más medidas para que el pueblo de
Zimbabwe se recupere.
Otros países de la región
también se enfrentan a una creciente crisis de hambre. La Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación informa que más de 45
millones de personas en el sur de África enfrentan actualmente inseguridad
alimentaria.
“Esta área del mundo necesita
ayuda y necesita ayuda ahora. Esperamos que la situación económica mejore
pronto, pero si no se aborda el cambio climático, países como Zimbabwe
continuarán sufriendo”, concluyó Byrd.
Fuente: ACI