El misionero italiano Fabio Mussi, del Pontificio Instituto de
Misiones Extranjeras (PIME), ha enviado una carta desde el extremo norte de
Camerún. Está en la diócesis camerunesa de Maroua, una zona enclavada entre
Nigeria y Chad, lugar estratégico de paso y por el que han entrado en Camerún
miles de refugiados.
“Acabo
de volver ayer por la tarde de una visita en la frontera con Nigeria, en la zona
cercana al lago Chad. Por desgracia, la situación sobre el terreno cambia muy
rápidamente y varía según los lugares.
Las
causas están relacionadas, sobre todo, con la vuelta a Nigeria del contingente
chadiano que estaba interviniendo para ‘limpiar’ la zona de la presencia de los
islamistas de Boko Haram. El presidente de Nigeria ha pedido al contingente
chadiano que interrumpiera el avance y volviera sobre sus pasos, justo cuando
habían individualizado el cuartel general de Boko Haram. El motivo sólo es
político y se reduce a la proximidad de las elecciones presidenciales en Nigeria
(que tendrán lugar el 28 y el 29 de marzo). Así que todo comienza de nuevo, al
menos en la zona norte de Maroua.
Este
hecho ha provocado en unos días una nueva ola de refugiados. En Fotokol, la
ciudad y la zona que seguimos más, hemos pasado de 4.500 refugiados a 11.264
refugiados, de los que 5.342 son niños de menos de 10 años. Poquísimos los
hombres y jóvenes. Muchas mujeres y personas ancianas y enfermas. Muchos casos
de niños malnutridos por la falta de comida. Cuando estaba en Fotokol, hemos
asistido a una avalancha de personas que cruzaban el riachuelo, que hace de
frontera, para recuperar algo de ropa y objetos personales en Nigeria, y volver
a refugiarse en Camerún.
La
contradicción en esta tragedia es que el control de los militares cameruneses
mostraba cómo varias mujeres llevaban en su bagaje de armas de combate. Esto ha
llevado a un endurecimiento de los controles y al cierre temporal de esta vía de
salvación. Probablemente estas mujeres han sido obligadas a llevar armas, pero
esto confirma la postura de los que sostienen que Boko Haram quiere llevar a
tierra camerunesa el desorden y la guerrilla. Así que hay margen para tomarse un
respiro.
Esto
es para deciros que por los menos hasta la estación de las lluvias habrá
acciones de la guerrilla de Boko Haram, que, a pesar de las pérdidas sufridas,
no ha sido vencido ni reducido a la impotencia. Podemos seguir esperando una
mejoría, pero sin hacernos ilusiones.
En
10 días un equipo de mis colaboradores irá a esas zonas para apoyar a quienes
están en el lugar. Precisamente hoy hemos enviado los recursos necesarios para
comprar 300 sacos de 100 kilos de maíz para ayuda alimentaria. Esta semana hay
que proceder con la primera fase de vacunación contra la meningitis de 5.000
personas. Al mismo tiempo, se ha puesto en marchan un programa de integración
alimenticia para 200 niños desnutridos. Estas son las intervenciones urgentes
para hacer frente a esta nueva emergencia.
Pienso
volver a Fotokol justo después de Pascua, para establecer el trabajo para el mes
de mayo. Aquí tenéis en breve la situación actual. Contamos con vuestro apoyo y
vuestras oraciones para llevar adelante nuestro trabajo”.
Fuente: OMPRESS