“Para que el mes de octubre brinde a
los cristianos la ocasión de dar una dimensión universal a su cooperación
misionera..."
“La Obra Pontificia de
Propagación de la Fe despliega su actividad a lo largo de todo el año, pero con
mayor intensidad durante el mes de octubre.
Este debe ser considerado en
todos los países como el Mes de las Misiones, del que el penúltimo
domingo, denominado Jornada Mundial de las Misiones, es su momento
culminante” (Estatuto de las Obras Misionales Pontificias, art.
7).
Octubre un mes dedicado a la misión universal
El
llamado “Octubre Misionero” surge de la necesidad de preparar
convenientemente el DOMUND, para que esta Jornada pueda dar mayores frutos y
para contribuir a que arraigue de modo estable en los cristianos la conciencia
de su común responsabilidad en la evangelización del mundo.
Siendo el DOMUND “la
fiesta de la catolicidad y de la solidaridad universal” (Estatuto
OMP, art. 7), es natural dar a esta Jornada un marco que ayude a comprender
mejor la riqueza y trascendencia de lo que se celebra en
ella.
La
Congregación para la Evangelización de los Pueblos nos solicita, por eso, lo
siguiente: “Para que el mes de octubre brinde a los cristianos la ocasión de dar
una dimensión universal a su cooperación misionera, y para aumentar el espíritu
misional en el pueblo cristiano, foméntense las oraciones y los sacrificios
diarios, de suerte que la celebración anual de la Jornada Mundial de las
Misiones venga a ser exponente espontáneo de ese espíritu” (Estatuto
OMP, art. 8).
A
modo orientativo, y para canalizar las acciones propias de la cooperación
misionera, ya es tradicional que cada una de estas cuatro semanas se centre en
potenciar sendas dimensiones de la vida cristiana proyectada hacia la misión: la
oración, el sacrificio, la cooperación económica (limosna) y la vocación
misionera. Obras Misionales Pontificias ofrece todos los años distintos
materiales y sugerencias para vivir estas semanas, teniendo en cuenta también el
lema y enfoque de la Jornada del DOMUND correspondiente.
Indicaciones
para celebrar el Octubre Misionero
1.ª Semana:
ORACIÓN
En
esta semana se pretende promover entre los fieles la constancia en la oración
para dar gracias a Dios por el don de la fe, así como para pedir al dueño de la
mies que envíe operarios a su mies y que el anuncio de la Buena Noticia llegue a
todos los pueblos. Conviene llevar estas intenciones tanto a la oración personal
como a la comunitaria, comenzando por la participación en la Eucaristía, y sin
olvidar el rezo del Rosario Misionero, las vigilias de oración y otras posibles
celebraciones litúrgicas de carácter misionero.
Benedicto XVI nos recuerda
que “la oración se convierte en estos momentos en una exigencia muy concreta,
como medio para recibir constantemente fuerzas de
Cristo”.
2.ª Semana:
SACRIFICIO
Valorar la dimensión
redentora y salvífica del sacrificio y del sufrimiento es el principal objetivo
de esta semana. Así, se nos mueve a unir a la cruz de Cristo y ofrecer por la
evangelización del mundo nuestras obras de penitencia y la aceptación de
nuestros dolores. En este camino también se nos invita a contemplar la vida de
Jesús, a conocer y valorar la vida de sacrificio y entrega de los misioneros, y
a amar y cuidar a los enfermos (por ejemplo, acompañándoles y leyendo con ellos
el tríptico Enfermos misioneros).
“Es
allí, en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se
debe definir ahora qué es el amor”, explica el Papa Benedicto
XVI.
3.ª Semana:
LIMOSNA
Esta
semana se orienta a implicarnos en la cooperación económica con las misiones.
Para ello es preciso informarnos sobre las necesidades en medio de las cuales
viven y desarrollan su labor los misioneros, y sentir como nuestras esas
urgencias, entregando en beneficio de las misiones una desprendida aportación
económica. Se nos anima a com-partir los bienes con quienes carecen de ellos, a
la vez que se nos estimula a com-partir la vida como voluntarios en tareas y
acciones que ayuden a los más necesitados.
En
palabras de Benedicto XVI, “quien es capaz de ayudar reconoce que precisamente
de este modo también es ayudado”.
4.ª Semana: VOCACIÓN
MISIONERA
El
objetivo de esta semana es suscitar entre todos nosotros la apertura para
escuchar la voz de Dios, que llama y envía a la misión. Para ello se recomienda
participar en actividades de formación misionera, celebrar algún encuentro con
misioneros, estar atentos y disponibles a la llamada de Dios, y mantener vivo el
interés por las necesidades de la Iglesia a la hora de llevar al mundo el
mensaje de Salvación. La animación misionera nos ayuda a comprometernos a ser
instrumentos de unidad y de amor y a estar receptivos a la posible vocación
misionera.
“Los
misioneros”, dice Benedicto XVI, “han de ser personas cuyo corazón ha sido
conquistado por Cristo con su amor, despertando en ellos el amor al
prójimo”.
Fuente:OMP